La vida es blanca y bella...
La felicidad sigue instalada en el Bernabéu. Cerca de 60.000 madridistas gozaron con este maravilloso revival que cada año nos permite recordar de dónde venimos para saber adónde vamos. Mereció la pena aguantar el calor preveraniego de Madrid para disfrutar de nuevo con las joyas futbolísticas de genios como Zidane, Guti, Butragueño o Zamorano. Hubo un instante que fue un sueño hecho realidad. Fue espléndido ver de nuevo a Guti abrir el juego al maestro Zidane para que éste amagase y sorprendiese a Toldo batiéndole con un misil. Ese zurdazo lo hizo Zizou en un Madrid-Depor que está en la retina de los madridistas. Por él no pasan los años y su talento parece protegido en una cámara frigorífica. Encima confirmó tras el partido jurásico que se queda aquí. Bueno para el Madrid.
Aparte del fin benéfico de estas citas, es bueno mantener la tradición de los Classic Match porque permiten a los jóvenes aficionados saber que antes también hubo Cristianos, Sergios y Casillas. Y eso que Buyo poco pudo hacer ante un cañozazo de Zanetti que permite entender por qué hasta hace poco seguía en activo el argentino. Al final, las tablas dejaron contentos a todos. Y encima ganó O Rei Nadal. La vida es blanca y bella...