A Villa todavía le quedan unos goles...

Dos goles de Villa, dos goles de delantero con olfato de gol. Ahora que desgrana los últimos partidos en nuestro fútbol da gusto ver eso. Se va a Melbourne a pasar la espera mientras empieza la liga americana con el New York City. Ha anunciado, en consecuencia, que deja la Selección. Es como sacar bandera blanca o, mejor, el pañuelo de despedida del gran fútbol. Pero a este bravo tipo, uno de los protagonistas estelares del ciclo triunfal de La Roja, aún le quedan algunas cosillas que decir. Sus goles de ayer, por ejemplo. Goles tan necesarios... Porque esta Selección anda bien de todo menos de eso, de gol.

El partido servía sobre todo para ver si Diego Costa está o no está. Las dos últimas veces que le vimos aparecer sobre un campo fue para retirarse demasiado pronto. Pero ayer jugó 73’ minutos con bastante buen ritmo. Prueba superada. También se les vio íntegros a Juanfran y Jordi Alba, otros dos que llegaron tocados a la concentración. Eso es lo que deja el partido. Eso y la novedad de un recurso muy frecuente al pase largo, tan frecuente como no lo habíamos visto antes. El Salvador adelantaba la defensa, España respondía con pases profundos, al área de Hernández. Así una vez tras otra.

Buen portero Hernández, aunque falló en el primer gol, cuando le ganó en el salto Sergio Ramos, que sigue sobradísimo de fuerza. Como en Lisboa, pareció que le faltaba partido, que le faltaba campo. Fue llamativa la cantidad de alegrías que se permitió en un partido que se prestaba. Como fue llamativo el punto de Silva, que llega en excelente estado. En general, el equipo tiene buen tono, le sigue costando el gol, pero es muy largo en calidad de media para arriba y ahora mezcla el juego más que antes, con el pase largo. Unas cosas con otras, podemos ir a Brasil con cierto optimismo.