Un interesante desafío para un nuevo Mark Webber
Las 24 Horas de Le Mans se presentan este año con muchos atractivos. El regreso de Porsche añade picante a la lucha por la victoria absoluta y además aporta a la competición un piloto de tanto relumbrón como Mark Webber. Es un interesante desafío éste de la resistencia para el australiano, aunque hay que considerar que las ambiciones de triunfo, en buena lógica, deban apuntar más al medio plazo que a la inmediatez de 2014. Webber necesitaba aire fresco fuera de la Fórmula 1 y lo va a encontrar en una disciplina en la que ya compitió a finales de los 90. Me alegra mucho que así sea porque para un piloto sentirse ganador es tan importante como respirar, algo que no había podido hacer en su tumultuosa etapa en Red Bull.
Webber tiene talento y mucha experiencia, así que era legítimo que pensara en ganar grandes premios. Sólo que cayó en el lugar equivocado y además junto a un compañero de equipo tan cualificado como Vettel, así que sus posibilidades se vieron mermadas de forma dramática. Ahora todo es distinto para él. Seguro que es una persona más feliz y la meta de ganar una carrera legendaria como las 24 Horas puede colmarle deportivamente. Sobre todo porque no es en absoluto un desafío sencillo y trabajar por alcanzarlo es justo la motivación que puede requerir para que los años que le queden en activo resulten mucho más gratificantes que todos los que dejó atrás en la F-1. Y me gustaría que así fuera, creo que su historia en los circuitos merece un final feliz.