La gestión de la presión de Carlos Sainz Jr.
Estoy siguiendo con especial interés la temporada de Carlos Sainz Jr. en las World Series 3.5. Al margen del propio atractivo de un certamen de tanto nivel, tengo mucha curiosidad por comprobar cómo gestiona el madrileño la enorme presión que se ha depositado sobre sus hombros y con sólo 19 años. Por una parte, se ha convertido en el siguiente piloto del programa de jóvenes de Red Bull en estar llamado a dar el salto a la Fórmula 1, algo que podría ocurrir ya el próximo año si, como parece, la continuidad de Vergne en Toro Rosso está bastante comprometida. Su compañero de la pasada campaña, el ruso Kvyat, ya ha dado ese paso y está sorprendiendo con su excelente rendimiento, lo que representa un aval para otro debutante como el español.
Sainz Jr. sabe bien lo que es competir bajo presión, porque lo lleva haciendo desde que es un niño por los condicionantes de su apellido. Tener un padre tan ilustre ayuda en muchos aspectos, indiscutiblemente, pero también supone una carga de responsabilidad añadida que otros no tienen y que muchos no son capaces de digerir. No parece éste el caso que nos ocupa, más bien al contrario: a medida que Sainz Jr. progresa en las diferentes categorías hacia retos superiores (incluyendo los test en F-1 que ha hecho) más cómodo parece encontrarse. Por eso ya digo que su actuación de este año puede resultar muy esclarecedora sobre hasta dónde puede llegar el talento de uno de los jóvenes más brillantes del automovilismo español.