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¡Qué gran maldición!

Injusticia. El fútbol le sigue debiendo una Copa de Europa al Atlético de Madrid, que estuvo otra vez a pocos segundos de ganar el primer torneo continental de clubes. Casi en la última jugada del partido al equipo rojiblanco se le escapó el título que tanto anhelaba y que tanto ha perseguido desde hace años. No sé qué mal divino o humano habrá hecho el Atleti de nuestros amores para merecer tanto castigo. No nos merecimos tan mal fario, perder la final en el último suspiro, cuando ya nadie creía en el gol madridista. Me cuesta escribir estas líneas, quizá las más dolorosas de cuantas he escrito. Pero el fútbol es así y el Atlético se repondrá como lo ha hecho siempre. Porque este equipo, este club, es grande, muy grande, más de lo que nosotros nos creíamos. Cuando escribo esto no se sabía quién era el campeón, porque la afición rojiblanca aplaudió más que nunca a los suyos. El fondo rojiblanco jaleando a los suyos. Sí señor, se lo merecen. Se puede perder, pero que sea así. Algún día alguna divinidad nos tendrá que decir el motivo por el que nos está privada la gloria.

Orgullo. Mis niños, mis sobrinos ya saben en primera persona lo que es el sufrimiento atlético porque lo vivieron en directo, acompañados de sus amigos, de su gente, de otros que tienen la misma pasión que ellos. Nunca chicos, nunca, olvidéis este partido porque os tiene que servir de ejemplo de lucha, de entrega, de solidaridad... Este partido, y encuentros como éste, harán que vosotros y muchos chicos y chicas sean atléticos siempre. Los que ya no somos tan chavales esa pasión nos atrapó hace mucho y nos perseguirá siempre, por mucha maldición que haya. Nuestros vecinos siempre han estado tocados por esa varita mágica y divina que nosotros nunca tuvimos de nuestro lado. Suena el Atleeeeeeeti, Atleeeeeeeeeti y pareciera que somos campeones. En el fondo, lo somos. Sin título, sin Copa, pero con mucho orgullo. Sin Costa, sin Arda, lesionado Filipe, acalambrados todos, el equipo de Simeone vendió cara la derrota.

Lucha. Enhorabuena al Real Madrid. Me agradó mucho ver por las calles de Lisboa pasear a aficionados de ambos equipos sin ningún tipo de problemas ni de incidentes. Así debería ser siempre. Grupos de amigos con camisetas de uno y otro equipo. El Madrid de los 500 millones de presupuesto tuvo que forzar la prórroga (por cierto, cinco minutos de descuento por parte del colegiado y dio la impresión de que hubiera descontado lo que hubiera hecho falta para que llegara el gol madridista). Europa ya sabe que este Atlético de Madrid dará guerra, mucha guerra. Europa sabe que los del Cholo han sido campeones de Liga por algo, no por casualidad. El fútbol ofrece muchas revanchas y ya estamos pensando en ellas. Algún día el fútbol nos dará lo que no nos ha querido conceder en un par de ocasiones. En 1974 y anoche.

Balance. La temporada ha sido magnífica. Campeones de Liga y perdiendo la Champions en la prórroga ante un equipo hecho únicamente con ese objetivo. ¡¡¡¡¡Grande Atleti!!!!! ¡¡¡¡¡Grande afición!!!!! Jamás podremos dar las gracias a estos jugadores por la ilusión que nos han hecho sentir por este escudo. Ahora toca descansar, repasar una y otra vez todo lo que ha pasado durante la temporada y cargar las pilas porque a poco que se hagan las cosas bien, el Atlético volverá a asombrar a Europa por su capacidad de lucha y de sufrimiento. Aunque no tengamos el título. Enhorabuena, atléticos.