De Madrid a la tierra vía Lisboa
La envidia es mala. Y les puedo asegurar que después de tener que asumir la superioridad absoluta de los clubes de la Liga en las competiciones europeas, algunos celosos intentan desde Inglaterra, Alemania y, por desgracia, desde Francia también, manchar la imagen del Real Madrid y del Atlético. Desde ayer vuelven a poner sobre la mesa el tema de las deudas y, en el caso de los colchoneros, atacan al esponsor que aparece en la camiseta. Sin embargo, no suelen ser tan tiquismiquis con los patrocionadores y los propietarios de los clubes de sus respectivos países. Pues esta noche se tendrán que tragar la rabia porque el mundo entero va a admirar y a emocionarse con este Madrid-Atlético, un duelo único en la historia de la Copa de Europa.
Madrid domina y enamora. En el avión que me llevó ayer a Lisboa me di cuenta, una vez más, de la universalidad del fútbol de nuestra ciudad. A mi lado estaba un chico mexicano madridista y, al otro, un chico venezolano colchonero. Ambos habían hecho este largo viaje desde las Américas especialmente para asistir a la final de la Champions y presumían de colores como cualquier madrileño. Estoy seguro de que habrá un antes y un después de esta noche de fútbol y espero, de corazón, que podamos ya tocar la Décima. Y si puede ser con un golito de Benzema, sería la repera. Pero pase lo que pase en el estadio Da Luz, ya hay un ganador clarísimo: se llama ciudad de Madrid y es la capital de esta querida España. Le pese lo que le pese a los envidiosos...