El delantero asume un alto riesgo
Ayer Diego Costa saltó al campo de entrenamiento con sus compañeros. Se limitó a corretear, sin que en ningún momento se probara a realizar ejercicios de velocidad. Hasta ahí todo normal. Después de los días transcurridos es normal que el jugador pueda correr suavemente y ejercitarse con sus compañeros para probar las sensaciones que tiene.
Pero yo sigo diciendo que no va a jugar y si lo hace el porcentaje de riesgo de recaída de la lesión va a ser grande. No se puede ir contra la naturaleza y hay que dar el tiempo suficiente para la cicatrización de las heridas. El tema de la placenta de caballo creo que no merece más comentarios, ya que si fuera tan maravillosa, desde los ocho años que hace que tenemos conocimiento de ella, estaría utilizándose sistemáticamente. Diego Costa es un pura sangre, peleón y explosivo, pero sólo debe salir si está totalmente convencido de ello. Las dudas siembran tinieblas.