Sobre entradas, carretera y lesionados
Este es el primer Madrid-Atleti en el que no consumimos la semana previa hablando del árbitro, que yo recuerde. Y no voy a ser yo quien rompa esa línea, por cierto. Estamos a un día del partido y de lo que se habla es de tres cosas: de entradas, de la carretera y de los lesionados. Entradas hubieran hecho falta muchísimas más. En un caso así nada asusta: ni el precio ni el viaje ni el alojamiento. Como la UEFA se queda demasiadas, mucho aficionado ‘de los de verdad’ no puede ir y es una pena. Sólo espero que en la zona de la UEFA no haya los claros que hubo en Turín, porque eso supo aún peor.
El Atlético tiró por un criterio de primar la antigüedad y el euroabono, el Madrid fue al sorteo puro entre socios. Me parece más justo lo del Atlético, que prima una fidelidad y se reservó menos para compromisos, pero en ambos casos el problema ha sido la escasez. El partido se presta a hacer el viaje por carretera, con o sin noche en Lisboa o en el camino. Vayan aquí una llamada a la prudencia y otra a la concordia para las paradas por el camino, en gasolineras, cafeterías o restaurantes. Se trata de disfrutar un partido, no de sufrir disgustos. Los esfuerzos heroicos en la carretera tienden a terminar mal.
Y el tercer tema en esta víspera son los lesionados. Diego Costa regresa optimista de su ‘Doctora Milagro’ y ayer hasta se entrenó con el grupo, aunque con precaución. Cristiano, Benzema y Pepe están entre algodones. Lesiones musculares, ninguna grave ahora mismo, pero sí con amenaza de agrandarse mucho a las primeras de cambio, dejando al que sufra recaída sin Mundial. Y los cuatro lo tienen en perspectiva. Una final de Champions, un Mundial tres semanas más allá... Milagros aparte, la decisión es personal. Y es difícil de tomar. Decidirá cada cual, de acuerdo con sus sensaciones de última hora.