Estaba escrito: ¡el Atleti!

La décima. Partido a partido, minuto a minuto, gota a gota de sudor... Así ha sido el Atlético campeón, luchando por el título hasta el último segundo de esta Liga por la que tanto ha peleado. Este 17 de mayo de 2014, como el del año pasado, forma parte de nuestra historia y este partido quedará en el recuerdo de miles y miles de aficionados rojiblancos. Este equipo ya es inmortal y el Cholo Simeone es leyenda de la entidad. El técnico es el tercero que ha conseguido ganar la Liga como jugador y como entrenador, como lo lograron Marcel Domingo y Luis Aragonés. Estamos hablando de palabras mayores. Y estos jugadores han hecho que nos sintamos orgullosos de nuestra camiseta, de nuestro escudo, de nuestro club... Han demostrado saber ganar y hacerlo con naturalidad, y también han sido hombres cuando tocó perder. Ya están entre los mejores Atletis de siempre. Pasará tiempo para comprender de verdad la dimensión de este triunfo y para entender lo que supone este título, logrado en un gran escenario, el Camp Nou, y ante un gran conjunto como el azulgrana. Ganarle una Liga a dos clubes como Barcelona y Real Madrid no sucede todos los días.

Orgullo. La décima Liga llegó en un encuentro en el que todo se puso en contra, donde el Atlético tuvo que sobreponerse a las lesiones de dos de sus jugadores más importantes y también tuvo que remar contra corriente, pues el Barcelona se adelantó en el marcador. Pero estaba escrito que esta Liga era nuestra, aunque hubo que sufrir hasta el final. Sufrir, sufrir y sufrir... En la redacción de AS se vivió el partido como si fuera el último de nuestras vidas. Cada jugada, cada despeje, cada remate, cada arrancada de Sosa y Villa... Hasta el Cholo hubiese estado orgulloso de nosotros. Hubo abrazos, lágrimas, recuerdos de gente que ya no está... Emocionante de verdad, sí señor. Y no podemos olvidar que los aficionados del Camp Nou despidieron al Atleti entre aplausos. Eso es digno de destacar. La afición culé acababa de perder el título, pero no le costó reconocer lo que había sufrido y peleado su rival de ayer para llevarse la Liga. Nadie puso un pero al triunfo rojiblanco.

El doblete. Yo viví esa Liga el año del doblete, y también fue algo mágico, con Antic en el banquillo, y con gente como Kiko, Solozabal, Pantic y el propio Simeone en el césped. Entonces estaba Jesús Gil al frente de la entidad, al que añoré ayer. Lo que hubiera disfrutado. Ahora está Cerezo y me alegro por él, siempre dispuesto a poner buena cara en los momentos malos, que los hubo. Han pasado muchos años de aquello y en algunos, en los peores y más duros, estuvo Luis Aragonés, del que muchos se acordaron ayer. Ganar, ganar y ganar. El Sabio nos empujó al triunfo, seguro. Esta temporada ha tenido muchas emociones juntas. Muchos domingos con el corazón en un puño. Me alegro por esas peñas que lo dan todo por el equipo. Desde Miami siguieron ayer el partido, como también en Londres y en Argentina... Más cerca, mis amigos de Novés siguen agrandando su leyenda. Me alegro por Julio de las Heras, siempre pendiente de esas peñas. Es un día grande.

Felicitaciones. Escribo mientras recibo felicitaciones de amigos, muchos madridistas. A partir de mañana ya pensaremos en Lisboa. Estoy deseando llegar a casa para explicarle a mis niños lo que hoy será Neptuno. Ni se lo imaginan. Nuestro gran sueño se cumplió y el mundo nos mira con admiración y cariño. Es el Atleti, nuestro Atleti. Un equipo campeón.