26 penaltis y un año después...
Martino es el gran anhelo de Mario Husillos. Su Newell’s encandiló a Sudamérica y también al director deportivo malaguista. Su cercanía y una larga charla futbolera terminaron de convencerle. El todavía técnico del Barça recibió en su casa a Husillos y a Vicente Casado, director general del Málaga. “Su mujer nos invitó a pasteles”, recordaba Casado en noviembre durante su última visita a AS. En aquel encuentro, el Tata, con la honestidad y la franqueza que ha demostrado en todas sus apariciones como técnico azulgrana, dejó claro que iba a vivir hasta el final el sueño leproso en la Libertadores y que no era justo pedirle al Málaga que le esperase hasta final de julio. Luego las circunstancias precipitaron su desembarco en el Camp Nou y, a pesar de las tremebundas dificultades que ha encontrado esta temporada, está a un partido de ser campeón.
Una caprichosa e interminable tanda de 26 penaltis truncó su fichaje hace un año. Newell’s eliminó a Boca, pasó a semifinales de la Libertadores y Husillos se quedó sin su gran objetivo. El fútbol ha abierto una nueva posibilidad y al jeque le ponen los entrenadores mediáticos. El reto, fichar al del Barça, suena mayúsculo visto desde La Rosaleda. 26 penaltis y un año después, el Tata vuelve a escena.