Yago Lamela fue un grande

Se nos ha ido Yago Lamela. Un grande del atletismo. Llegó a saltar 8,56 metros. Una marca alcanzada tan sólo por tres atletas desde su retirada: Tsatoumas (Grecia), Phillips (EE UU) y Saladino (Panamá). También se movía en ese nivel el cubano Iván Pedroso, su gran rival, quien alcanzó 8,71. Powell había dejado el atletismo años antes, y el desafío era superar su récord mundial (8,95), una vez que había caído el histórico de Beamon (8,90). Esto nos da una idea de a qué niveles se movía Lamela. Todo era cuestión de pillar el día. Si Beamon se había ido a los 8,90 cuando hasta entonces su mejor salto era de 8,33, ¿por qué no iba a conseguir lo mismo Lamela? Había superado dos veces los 8,50, tres los 8,40 y otras tres los 8,30.

Por esta razón Lamela fue siempre un atleta a seguir. No llegó a coger ese salto milagroso, pero su altísima regularidad le llevó a conseguir medallas en Mundiales y Europeos. Compartió equipo con otros grandes atletas españoles, algunos hoy en día con expedientes abiertos por presunto dopaje, o que incluso acabaron cayendo. Pero él jamás estuvo bajo sospecha. Él iba por libre. Primero por estar con Juanjo Azpeitia, su descubridor, quien no pertenecía al grupo de entrenadores contratados por la Federación, y después por su carácter independiente y a veces introvertido que le llevó a vivir situaciones difíciles. Se retiró pronto, roto por las lesiones, y nos ha dejado aún más pronto. Pero su historia queda ahí. La de un Grande.