Illarra y el beneficio de la duda

No es fácil llegar al Real Madrid el primer año y triunfar. Tampoco es justo que te pidan ser Xabi Alonso, cuando tienes casi diez años menos que él y careces de su jerarquía, de su experiencia y de su liderazgo.Tampoco el de Mutriku tiene la culpa de que se hayan pagado 40 millones de euros por él. El capítulo de la ‘vaquilla’ pasó de anécdota a metáfora. El partido de Dortmund marcó un punto de inflexión en su periplo madridista. En la única derrota del Madrid en Champions, estuvo muy inseguro en un puesto estratégico y entonces empezó a sentir el peso de la camiseta del Real Madrid. Su inexperiencia en la máxima competición le pasó factura. Entonces, ya nadie se quería acordar de sus primeros e importantes goles al Elche y a la Real Sociedad en Anoeta o de un ramillete de buenas actuaciones ligueras. Después de la exhibición de Múnich, con la obligada ausencia de Xabi Alonso en la final, Ancelotti le incluyó a tres semanas vista en el once de la final. Hacerlo público fue un error. Más presión.

Ante el Valencia no estuvo bien en los 46 minutos que tuvo y, cuando salió al terreno de juego Di María, el Madrid fue otro. En Valladolid jugó muy poco minutos y cometió un error en la marca a Osorio en el gol del empate. Lo que le faltaba. Pronto nos olvidamos del primer año de Modric en el Madrid. También se dudó y ahora es, Cristiano aparte, el mejor del equipo. Illarra es un excelente futbolista. Necesita tiempo y comprensión y merece, como todos, el beneficio de la duda.