A Milán por la puerta grande
Éxtasis en el Palacio. Lección de baloncesto comprometido y fiel al estilo Laso: puro espectáculo. Y lo más grande de este equipazo que sigue haciendo historia es que sigue escribiendo sus páginas con puro acento español. De los 83 puntos enchufados al Olympiacos, nada menos que 68 llevan el DNI de nuestra querida patria (Llull 20, Rudy 15, Reyes 15, Mirotic 10 y Sergio Rodríguez 8). A esta gente no hay que contarle lo que había en juego. Saben que defienden el escudo del equipo más laureado de la historia del baloncesto europeo. Y respondieron a lo grande con un Palacio entregado, en el que veíamos al gran Sergio Ramos animando con la misma fiereza con la que defendió a los delanteros del Bayern. Hay un jugador especial que entiende lo que es el Madrid en su pura esencia. Éste es Llull. En la víspera del quinto partido le envié un mensaje dándole ánimos, y al final el que me levantó la moral fue él: “Tomás, mañana nos los comemos. Un abrazo fuerte y ¡Hala Madrid!”. Respuesta de un campeón y de un tío que los tiene bien puestos. Él firmó el primer triple ante los griegos y el último que redondeaba una actuación pletórica, rescatando del baúl de los recuerdos al mejor Corbalán.
El Madrid aterriza en la Final Four por la puerta grande, después de tumbar al vigente bicampeón de Europa. Nos espera el Barça en la semifinal. Perfecto preludio. Ya les hemos noqueado en la Supercopa y en la Copa del Rey. Es un rival que nos extramotiva y a los chicos no les temblará la muñeca. Y la afición de 10, respetando como debe ser el emocionante minuto de silencio por el adiós a Tito.