Esta tarde hay Fórmula 1

Con la Fórmula 1 acercándose a Europa, tras competir en Australia y Malaisia, ya podemos disfrutar de la carrera a una hora más visible, las cinco de la tarde. No es la hora habitual de la Fórmula 1, pero tampoco es mala en absoluto. El año pasado la carrera de Bahrein tuvo más de cinco millones y medio de telespectadores, aunque fue algo más temprano. Este año se retrasa por el calor y será nocturna, por la tarde en España. Eso supone doblar la audiencia que han tenido las dos primeras carreras. La Fórmula 1 sigue teniendo una legión de seguidores dispuestos a trasnochar y a madrugar, pero cuando se corre a una hora más normal, los aficionados se cuentan por millones. Alonso tira una barbaridad aun sin ganar.

La cosa este año aún no ha roto, y andamos desorientados, no sólo porque los Fórmula 1 ya no suenan igual. Los Mercedes corren que se las pelan, y Hamilton vuelve a ser, por tanto, el malo malísimo. Pero es de suponer que los Red Bull no se van a quedar como están, y mucho menos Ferrari. Algún día tendrá que saltar el orden establecido por las nuevas modificaciones, que están desmitificando, por cierto, a los pilotos. Quien pilla el coche ganador es como si le hubiera tocado la lotería; el resto, a lamentarse de no tener en la escudería al ingeniero que obra los milagros. En esas está Alonso desde que desembarcó en Ferrari. Ya es mala suerte. Llegó en 2010, nos lo prometíamos muy felices, pero nada. Hay que seguir esperando.