La semana ha venido entretenida en Valladolid. Cuando está en juego la permanencia y lo verdaderamente importante es el partido del domingo frente al Valencia, salta la noticia, que el Valladolid no ha desmentido, que las conversaciones con Braulio, el ex director deportivo del Valencia, están más que avanzadas. Es evidente que cuando el río suena, agua lleva, y sobre todo si el origen de la fuente es alguien muy cercano a Braulio que lo filtra de manera intencionada a fin de encarecer el producto o de atraer a nuevos pretendientes del defenestrado hombre de los fichajes del Valencia. Yo lo filtro, revalorizo a Braulio y ya está. Carlos Suárez no lo ha podido negar. Al menos, queda el consuelo de saber que Alberto Marcos está perfectamente informado.

Tampoco será un drama que venga Braulio u otro parecido. Todo lo que sea reforzar la parcela clave de la estructura del club, la que ficha y revaloriza o la que ficha y lo hunde más todo, es una buena noticia. De Braulio hablan bien en Valencia. Se ha curtido en la ciudad con más puñaladas y traiciones futbolísticas por metro cuadrado, tanto dentro como en el entorno del club. Llegaría, pues, con la ‘mili’ hecha. Y la semana nos deja el buen sabor de la despedida de Antonio Santos, un hombre honrado que siempre estuvo dispuesto a trabajar por el club alejándose de los personalismos que tanto abundan en este mundo. Posiblemente no haya sido un diez en nada pero ha sido un ocho en todo. Y sobre todo ha sido grande como persona. Gracias por todo.