Diego Costa, Piqué, Cristiano, Ibrahimovic... Los cuartos se van cobrando la factura aplazada de la temporada intensa de los grandes clubes, esos que están obligados a ganar siempre, que prosperan en las competiciones. Llenos de jugadores internacionales, lo que aumenta su carga de trabajo. La noticia del partido del Bernabéu, plácido por otra parte, fue la mala cara con que se marchó Cristiano. Le molesta el tendón rotuliano y le tuvo que molestar mucho si llegó a retirarse. Mejor, quizá, haberse retirado algo antes, cuando todavía no le molestaba tanto. Porque ahora llega lo gordo.

Partido plácido, decía, cierre de un día que se sobresaltó con una pésima noticia para el Barcelona: la FIFA le impedirá fichar en los dos periodos próximos, el de verano y el de invierno, por incumplir las disposiciones de la FIFA sobre fichajes de menores. Este es un tema que preocupa a Blatter. Cuando estuvimos no hace muchos meses Maroto y yo con él en la FIFA ya se le había prohibido al Barça alinear a estos chicos en partidos oficiales. Le preguntamos a Blatter y nos anunció que el asunto iba a la Comisión del Estatuto del Jugador. Y de ahí sale esa sanción, fuerte y dañina.

Al Barça le coge en pésimo momento, porque lleva tiempo descuidándose atrás. Necesita porteros y centrales, dicho así, en plural. No sé si habrá formas de sortear esto, con cesiones, pero nunca será lo mismo. Es curioso: parece que al Barça se le ha venido la noche encima. ¿Qué más nos puede pasar?, se preguntaba retóricamente Martino el otro día. Bueno, pues siempre puede pasar algo más. No se puede ir por el mundo saltando las normas, eso se paga, aunque se haya contado para el caso con la complicidad de la Federación, multada a su vez. El Barça recurre, pero sin optimismo.