El viejo sabor de la rivalidad madrileña

Sí, el Atlético ha ido algo a menos y el Madrid muy a más, pero vuelve a haber rivalidad. Durante tantos años de incapacidad del Atlético de ganarle al Madrid parecía que habíamos perdido algo, que habíamos perdido el sabor de esa vieja rivalidad madrileña. Que ya todo consistía en Madrid y Barça o viceversa. Pero el Cholo levantó al Atlético, que ganó dos partidos seguidos en el Bernabéu, uno de ellos, final de Copa. Después de eso ha venido la barrida de la Copa, con esos cinco goles entre ida y vuelta, pero no es lo mismo dos partidos que catorce años. Se nota en el ambiente. Vuelve a haber rivalidad. Se nota incluso en las discusiones por la lista de Del Bosque, que si Diego Costa, que si Arbeloa.

Se nota en cierta gravedad en las declaraciones de los entrenadores, en ese empeño de rechazar el papel de favorito (que si en tu casa, que si tú el primero) para desplazar presión. Se nota en ese deseo de los madridistas de que los suyos aprovechen el gran momento de juego para mandar al Atlético a seis puntos y alejar de una vez a ese aspirante imprevisto, que ha durado más de lo que ninguno le concedíamos. Y se nota en el deseo de los atléticos de reinvertir la tendencia y montarse sobre el Madrid otra vez.

Sí, hay rivalidad de nuevo y vaya desde aquí mi agradecimiento al Cholo, que lo ha conseguido. El guiso se le ha estropeado un poco con Diego y pienso que con el uso precipitado de Sosa, que pasó por delante de otros sin justificarlo, con las consecuencias que eso tiene. Buen jugador Diego, pero este Atlético es otro, todo intensidad, y cuesta encajarle, porque ese juego de robar y apretar no es el suyo. Simeone piensa volver a lo de la primera vuelta. Pero en todo caso el que está como un trueno es el Madrid, encajadísimo, con Cristiano tan bien como siempre, es decir, imponente, y todo lo demás mejorando.