El Kun periódico de cada derbi
Florentino vuelve a la carga. Ya lo contó Matallanas la semana pasada. Ahora, con el derbi a la vuelta de la esquina, es Courtois el objetivo. El capricho de cada invierno. Su Madrid tiene a Casillas dibujando sus palomitas sólo a media jornada (quién sabe por qué) y la propaganda ha convencido al personal de que Diego López es el meta menos batido del curso (no lo es), pero el belga es el belga. Y sobre todo es del Atlético, esa fruta prohibida que se le resiste una y otra vez al todopoderoso de la capital. Bueno, salvo con Pulido y con Cabrera. Y con Courtois no tendría que sortear el hueso de Gil Marín, que en esa función de respeto al aficionado rojiblanco sí que se mantiene inflexible: con el Madrid no negocia y punto. Pero aquí el que tiene que discutir es el Chelsea no el Atlético. Así que por más que Ancelotti dejara dicho que no lo quiere, Pérez tiene el campo libre.
Y el imprescindible sí del jugador? Aunque del futbolista que cantó convencido y divertido desde el balcón de la Comunidad el “salta, salta, pequeño canguro, y a los madridistas que le den por el culo” no ha salido un rechazo rotundo, de esos que la grada agradece, tampoco han partido carantoñas como en tentaciones precedentes. Ni ha soltado el “qué lindo que me quiera Florentino” del hincha del Peñarol, ni se ha arrastrado a escondidas como el Kun, ni ha sufrido al familiar de turno que desempolva una foto vestido de blanco en la primera comunión (pongamos que como Falcao). Ya saben, esos tipos que iban a jugar sí o sí en el Madrid y que a estas horas nunca han jugado. De Courtois no ha conseguido ni que diga que Cristiano merece el Balón de Oro o que no debió ser expulsado en Bilbao. Pero el domingo hay derbi y el caso es enredar.