Tebas, Betis, Rayo y los políticos

El tonto del bote que lanzó aquella cosa venenosa en El Madrigal no ha aparecido, ni hay mucho optimismo al respecto. La cosa quedó en una multa de 6.000 euros al club (al que poco se puede culpar en conciencia, es cierto) pero Tebas lo ha agravado absurdamente con un trile de horarios para este domingo que ha irritado al Betis, al Valencia y al Rayo, y que tiene como móvil algo así como un homenaje a la afición del Villarreal por lo bien que se portó, desalojando ordenadamente el campo. ¿Es eso tanto mérito? Supongamos que sí. Y si lo fuera, ¿es estrictamente necesario que el homenaje sea a mediodía? Porque resulta que estaban fijados el Rayo-Valencia para las 12:00 y el Villarreal-Betis para las 21:00.

Lo de Vallecas venía de perlas. Hora muy del Rayo. Y además 800 valencianistas pensaban viajar, porque ese horario les hacía el partido muy accesible, a tiro de AVE. Por su parte, al Betis, que jugó anoche en Kazan (felicidades) se le dio el último horario de la jornada (hubiera jugado el lunes de no ser porque la semana que viene hay Selección) a fin de facilitarle el mayor número de horas de recuperación. El Betis visita al Villarreal. Así que se había fijado el Villarreal-Betis para las 21:00.

Pero he aquí que ya que hay que homenajear a la afición del Villarreal (que tampoco sé del todo por qué, y cuidado que me cae bien ese club) resulta que hay que homenajearla a las doce, no a las nueve. ¿Por qué? Lo del tonto del bote y el desalojo fue en un partido nocturno, por cierto, así, que... De primeras se escapó una explicación: la agenda de los políticos, a los que convendría ese horario. Ante la indignación de Betis, Rayo y Valencia (este llegó a faltar a la reunión de la Liga que se celebró anteayer en su propia ciudad) se improvisó otra explicación: horario familiar. Bueno, pues no ha colado. Eso sí: Valencia, Betis y Rayo, que se chinchen.