Undiano nos hizo un gran favor

Aquel penalti alevoso de Mascherano sobre Cristiano no pitado en el Camp Nou sirvió para reactivar el orgullo del equipo. Y del madridismo. Ancelotti hizo piña con los pesos pesados del vestuario y llegaron a una conclusión: “Cómo está claro que nos van a poner zancadillas y nadie nos va a ayudar, esto lo tenemos que levantar nosotros solos”. Y así fue. Asumieron el liderazgo creciente de Cristiano, Ramos recuperó su sitio junto a Pepe en el muro defensivo, Modric sacó la varita del Mago Merlín, Carletto apretó al club para que renovase a Xabi, arregló con mano izquierda el incidente de Di María con el Bernabéu, dio normalidad a la alternancia en la portería zanjando el debate y, además de todo eso, sacó a pasear el talento desatado de Jesé...

El Barça arrancó el año con Messi midiendo cada esfuerzo, viendo como se vaciaba el Camp Nou y dejándose empatitos. Pero ayer apareció Teixeira II al rescate en Sevilla. Además, el Atleti quedó herido en el derbi copero y entre el Almería y Aranzubía hicieron el resto. Como la hormiguita, el Madrid ha vuelto a las cumbres de la Liga. Por méritos propios.