Casillas, Cristiano, Diego, Diego Costa...

“A mí lo que me preocupa no es que juegue Cristiano, es que juegue Casillas”, me decía ayer un amigo atlético. Y me lo justificó: el Atlético le ha ganado los dos últimos partidos al Madrid (y en el Bernabéu) con Cristiano y sin Casillas, después de una racha que pareció interminable de derrotas o como mucho empates con Casillas en la portería. Y decisivo las más de las veces. ¡La cantidad de balones que llegó a pararles a Torres o a Agüero! Bueno, pues esta noche estará otra vez. No es que Diego López tuviera culpa en las dos derrotas, que no la tuvo, pero es un hecho que las dos veces faltó Casillas.

El suyo es uno de los nombres del partido. Otro es el de Cristiano, claro. Y el de Diego, feliz adquisición del Atlético cuando llegaba al fin el plazo de fichajes de enero. Y, por supuesto, Diego Costa, el infatigable atacante, técnico, pendenciero, valeroso, determinante. Ellos le dan perfiles afilados a un partido cargado de interés ‘per se’. Porque es la Copa, semifinal nada menos, porque enfrenta a los dos rivales madrileños en unos días en los que precisamente hemos podido recuperar la rivalidad que creíamos perdida. El Madrid vuelve a mirar al Atlético como le miraba décadas atrás: como el gran rival.

Dura prueba para ambos, pero en especial para el Madrid, que cada vez que se ha visto ante un toro en puntas ha flojeado. Perdió con el Barça y el Atlético, y en San Mamés se quedó en un empate y, barullos aparte, no mereció más. Ganar a todos menos a los buenos no es lo que se espera del Madrid. Ancelotti empieza a ser mirado con escepticismo. Su ataque de pánico en San Mamés cuando le faltó Cristiano le dejó en mal lugar. Hoy es un día grande, para él y para el Atlético. Al fondo hay una final, por detrás hay dos partidos que apuntaron un cambio de tendencia. Estamos ante una gran noche.