El ejercicio de dignidad de los jugadores del Racing, respaldados por la afición y por toda la ciudad, ha hecho por fin saltar a los ‘okupas’. Ahora presidirá el club Sañudo, y cerca de él estarán otros dos ex, Liaño y Alba. ¿Hubiera sido tan difícil que el aborrecido Lavín se hubiese ido unas horas antes? Parece que hacen falta gestos extremos para que esa gentecilla de los palcos entienda que las cosas están dejando de ser como a ellos les gustaría que siguieran siendo. Claro, que ahora se van estos, pero queda el roto que han hecho, que es tremendo. Hará falta mucho tiempo de sacrificio y buena gestión.

Pero lo principal se ha hecho: un movimiento de rebeldía pacífica que ha funcionado. Un mensaje más sosegado que el del Gamonal, pero igualmente firme. Ahora lo que no sé es lo que hará la Federación. Al Racing le anuncian un año de expulsión de la Copa y una fuerte multa. No sé si Villar, que ha encabezado la iniciativa del indulto a Del Nido y que en su día indultó al Barça de una retirada en la Copa que en su caso no tuvo nada edificante, será magnánimo en este caso. Me parece que aquí sí concurren condiciones excepcionales que contraponer a la letra de la ley. Veremos qué pasa.

Entre otras cosas, porque esos jugadores no cobraban. No creo que esto pueda tratarse peor que aquello, que no pasó de ser un capricho de Núñez y Van Gaal. Mientras, la vida sigue: Florentino anuncia otra obra (ya prometió cubrir el estadio en 2004, a ver en qué para esto), el Atlético recupera a Diego (felicidades a Simeone) y el Barça, por despachar sin cuidado a un socio (otro indignado), se ve cada día en nuevos apuros para justificar en qué partida colocar los 40 millones. Anoche se cerró el plazo de fichajes, pero de lo que se hablaba en la calle era todavía de otra cosa: del ejercicio de dignidad del Racing.