Es un problema de adaptación

Hemos dicho ya muchas veces que la adaptación de un jugador a su nuevo club es un problema importante y que éste es exponencial según la categoría del nuevo equipo. Y cuanto más mediático es un jugador, más difícil es su adaptación al nuevo medio. La pretemporada es básica en un equipo, no ya sólo por la preparación física sino también porque sirve para el mutuo conocimiento de los jugadores entre sí, fundamentalmente las nuevas incorporaciones. Conocer sus virtudes, ver sus puntos débiles y estimular los niveles de tolerancia en la convivencia del vestuario.

Comenzada la temporada, en medio de una enorme expectación, después de un periodo de gran incertidumbre, llegó Bale, fuera de forma, jugó, se lesionó y los responsables técnicos le programaron una minipretemporada. Tras ella, se acopló, brilló fugazmente con un hat-trick ante un rival pequeño, dio una serie de asistencias y comenzaron a sonar las campanas de gloria para la nueva estrella madridista. Pero todo fue fugaz. El rendimiento del jugador no es el esperado. De nuevo, molestias, dolores, lesiones menores que siembran las dudas del aficionado. Pienso que es un crack y que sólo se trata de un problema de adaptación. La mejor versión de Bale no la veremos hasta la próxima temporada.