El caso Neymar y el caso Del Nido

La sacudida de la víspera da paso a un cierto sosiego. Jordi Cases duda si seguir, a por Bartomeu y Faus, o si retirarse, abrumado por el estruendo. Por su parte, Raúl Sanllehí, detalló con calma las partidas anejas del contrato, y el sosiego con que se explicó resultó casi redimidor. El que tenga muchas ganas, lo podrá creer. Pero no espantó la idea de que se trata de partidas que enmascaran pagos a Neymar, vía el padre, para disimular ante Messi. Un entramado de ‘ingeniería negocial’ que ha salido por la culata. Messi se enteró pronto y un socio al que negaron explicaciones ha hecho saltar a Rosell con su querella.

Por cierto, que después de lo que ha pasado mucha gente me pregunta si no está todo el fútbol igual, si lo de Bale no tendrá las mismas tripas podridas, y tal y cual. Bueno, pues es verdad que el fútbol tiene una tradición de contabilidades extrañas que data de su origen, de cuando camuflaba a sus primeros profesionales, de eso hace un siglo. Y no hablo de un mal solo español, sino bastante generalizado. Pero juzgando desde mi conocimiento y me experiencia, me parece que el cúmulo de recovecos en la ‘operación Neymar’ ha excedido los usos previos. Por eso ha saltado. Cuestión de medida.

Pero sí, hay muchas cosas raras, y no anima ver que los presidentes de Primera, con escasas ausencias, y el de la Liga, y hasta el de la Federación, se ponen de acuerdo para el indulto de Del Nido. ¡Con lo que les cuesta ponerse de acuerdo para otras cosas! Eso define su nivel de escrúpulo en lo referente a la pulcritud con el dinero. Sí, con esto no sólo ha sufrido el Barça, sino todo el fútbol español, que encima se pone más en evidencia con el caso Del Nido. Claro, que también alguien me preguntaba ayer si podemos pedir en este capítulo al fútbol más que a bancos, cajas, partidos, sindicatos... Y me dejó pensando.