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No crean que fue un calentón

Es difícil entender qué ocurre cuando uno ve imágenes tan duras como las del miércoles en El Sardinero. ¿Qué pasa en Santander? Alguno puede pensar en lo de siempre: Club arruinado que no supo gestionar su reciente participación europea y que se precipitó al pozo de la tercera categoría.

Sí…, pero eso es lo que menos preocupa al racinguista. El Racing está dirigido por los representantes de un espectro llamado Alí Syed, imposible de notificar cuando interesa pero muy diligente y capaz cuando se acerca el último día hábil para recurrir cualquiera de los múltiples frentes que tiene abiertos; incluido la sentencia que anula la adquisición de las acciones que le hicieron pertrecharse al cargo por incumplimiento flagrante del contrato.

Así, parapetados en la mentira y la trampa, llevamos tres años en los que, por si fuera poco, el expolio que sufre la entidad es más que evidente, la ruina una realidad y la degradación moral a la que se ha llegado provoca situaciones tan esperpénticas y vergonzantes como la de asignarse un sueldo de más de 66.000 euros y citar a los accionistas para aprobar similar retribución a la caterva que le apoya mientras adeudan cinco nóminas a los empleados y tres a los jugadores que dignísimamente se parten el pecho por el escudo. Nada justifica lo del miércoles; pero la cruda realidad ayuda a comprenderlo. Lamentablemente.

Bernardo Colsa, preside la Asociación de Peñas del Racing y la de accionistas, AUPA.