Incierto futuro en el ciclismo

Las perspectivas del ciclismo español no son buenas. Tenemos a Purito (34 años), Valverde (33) y Contador (31) a la cabeza del pelotón, pero detrás no se ve venir a nadie. Tampoco es una situación nueva. Cuando Indurain ganó su último Tour en 1995, el panorama que dejaba era desolador. De hecho, tardamos once años en volver a ganarlo, y aunque se produjo una catarata de victorias (Pereiro, Contador y Sastre consecutivamente), la situación se hacía muy confusa, porque había líderes que se retiraban o que eran retirados e incluso sancionados con efecto retroactivo. También tuvimos unos cuantos corredores que subieron a los podios de las grandes vueltas, pero quien más y quien menos acabó salpicado por el dopaje.

Nos enfrentamos de nuevo a un futuro incierto, aunque en el ciclismo, al contrario de lo que sucede en otros deportes, no es fácil ver a los campeones venideros. En el palmarés del Mundial Sub-23 o del Tour del Porvenir hay ciclistas ilustres como Basso o Indurain, mas son excepciones. El bueno tarda en madurar, y la esperanza que nos queda es que entre los 200 corredores del ranking UCI están los hermanos Izagirre (24 y 26 años), Jesús Herrada (23), Landa (24), Lobato (25) y Castroviejo (26). Además, Rubén Fernández ganó el año pasado el Tour del Porvenir y otros tres ciclistas de 26 años o menos están en equipos profesionales. Futuro hay, pero no sabemos cuál. Lo difícil es llegar; sólo lo hace un 5%. Confiemos.