Entre la Décima y el Mundial
Cristiano va a empezar el año, henchido de orgullo, con mucho que festejar. En los próximos diez días será condecorado por su país como símbolo de Portugal en el mundo y en la gala del Balón de Oro parte con muchos cuerpos de ventaja sobre Messi y Ribéry, por lo muchísimo que ha demostrado en el campo. Habrá que concederle un gran mérito al 7 del Madrid que, a pesar de que su equipo no logró ningún título importante la pasada temporada, ha conseguido que su jerarquía futbolística sea reconocida y valorada por doquier.
Después de conseguir el cariño del Bernabéu y la espectacular renovación de su contrato, se le nota feliz comprobando que ha logrado el estatus que siempre mereció y que nunca le quisieron conferir. 2014, sin embargo, va a ser un año trascendental para un futbolista voraz como él. En el horizonte, siempre asoma la Décima, sobre todo ahora que el portugués se siente más en deuda que nunca con su afición. El Madrid de Cristiano no puede permitirse otra temporada en blanco. Ya hace tiempo que chirría la ecuación rendimiento personal frente a títulos. Además, resulta hasta humano pensar que el crack madridista, como cualquier estrella del fútbol mundial, tiene señalado el Mundial de Brasil como la gran cita del año. Si los premios no empiezan a convertirse en títulos, Cristiano ya no será tan feliz…