Antes de Gündogan, lo de Xabi...

Conste que Gündogan me parece un jugador fantástico. No sólo lo demostró en la eliminatoria de Champions de infausto recuerdo para los madridistas, sino que lo hemos constatado estas dos últimas temporadas en los resúmenes que Maldini nos hace de la Bundesliga. Pero me parece que antes de empezar a gestionar el fichaje del turco-alemán habría que resolver de una vez la verdadera madre del cordero: la soñada renovación de Xabi Alonso. Ya sé que hay motivos que van más allá de lo económico, pero me parece que un club del potencial del Madrid debe tener los resortes necesarios y el poder de seducción lógico por su jerarquía para convencer al tolosarra, y a su familia, de que no hay nada mejor en la vida que firmar en blanco para los tres próximos años. Xabi tiene al madridismo en vilo.

No se trata de forzar a nadie a hacer lo que no quiere. Xabi Alonso se ha ganado el derecho a elegir su futuro. Siempre ha sido un profesional excepcional desde que llegó al Bernabéu y jamás se le ha podido hacer un solo reproche. Razón de más para que ahora entienda que la afición, sus compañeros y el club le pidan que retrase cualquier decisión personal de futuro a cambio de darnos un poquito más de su magisterio futbolístico.