Simeone mejora todo lo que toca
De los trece jugadores principales de este Atleti histórico, doce ya estaban en la plantilla hace dos años, cuando el Cholo agarró una balsa que se hundía y la convirtió en un yate imponente. Y el nuevo, Villa, llegó por Falcao (y antes se había ido Diego) por lo que no resulta exagerado asegurar que, nombre por nombre, los mimbres son peores ahora que cuando llegó. Pero ahí reside el milagro Simeone, por eso este Atleti es más equipo de autor que ningún otro hoy en día: ha mejorado a cada futbolista como cuando en la consola tu personaje sube de categoría y pasa de disparar con flechas a hacerlo con un bazooka. Otro mundo.
Courtois creció de promesa a uno de los cinco mejores porteros del mundo. Juanfran era un parche y va directo al Mundial. Miranda lidera la mejor defensa de la Liga cuando hace poco era un flan. Las lagunas de concentración de Godín son historia. Filipe sí podía volver a ser el del Depor (y más). Gabi y Mario, tantas idas y vueltas, son ya profetas en su tierra. El físico de Tiago al fin respalda a su jerarquía. Koke no rompía y ahora le llaman el nuevo Xavi. A Raúl García no había quien le vendiera y ahora no hay quien le frene. Arda crea como un artista, pero trabaja como un obrero. Y Diego Costa... Bueno, lo suyo es ciencia ficción. Todos le deben a Simeone ser mejores, como el Atleti. Más de lo que nadie soñó. No sé cuánto durará, pero disfruten, queridos atléticos. Vivimos una leyenda.