James Allison no aclara demasiado la situación

Todo esto de los comunicados de prensa, los tuits dirigidos o las entrevistas enlatadas que parece tan de moda tiene sus ventajas… pero también sus inconvenientes. En el lado positivo de la balanza encontramos que nos permite acceder a un mayor flujo de información procedente de los protagonistas, sobre todo en un deporte de cierto hermetismo como la Fórmula 1; lo malo es que en ocasiones las explicaciones no quedan del todo claras y como no existe la réplica del periodista, tenemos que intentar sacar conclusiones con lo que nos cuentan a distancia. En este último supuesto encuadraría las últimas declaraciones de James Allison en la web de Ferrari. El nuevo director técnico explica la situación del coche 2014 y viene a decir que poco tendrá él que ver en el resultado porque en Maranello llevan ya trabajando dos años en el proyecto.

La incorporación de Allison a la Scuderia se recibió como una excelente noticia, todos pensábamos que él sería el responsable del desarrollo de un coche tan radicalmente diferente. Ahora que lleva tres meses manos a la obra insinúa que su influencia en el concepto no puede ser excesiva puesto que un cambio de esta magnitud no se gesta en seis meses. ¿Debemos interpretar, entonces, que el nuevo monoplaza rojo tendrá la misma autoría que los anteriores? Porque si es así, primero no se entiende ya la trascendencia de su llegada y segundo, nos puede llevar a pensar que se repitan los mismos errores previos. Quiero creer que la declaración de Allison es sólo una explicación simple y rápida de algo mucho más complejo, porque asumir otro escenario la verdad es que me inquieta.