La verdad sólo tiene un camino

Lo ha afirmado Maradona. El Diego. El futbolista más carismático y amado de toda Argentina. El tipo que ganó él solito un Mundial (México’ 86). Y lo ha dicho de un compatriota suyo. O sea, credibilidad máxima. “Messi se ha lesionado mucho este año. Cristiano merece el Balón de Oro”. En el mismo acto, un Balón de Oro del Barça, Rivaldo, también se mojó en favor del portugués. Y como ellos, una legión de gente ilustre del fútbol. Es lógica tanta unanimidad. Sólo Blatter, con sus chiquitadas, y los amigos más allegados de Messi pueden pedir el trofeo para el argentino. Y tampoco se lo merece Ribéry, aunque Zidane tuviese un torpe ataque de paisanaje afirmando que le gustaría que lo ganase “Franck”.

Cristiano ha sido un coloso en lo que va de 2013. No ganó la Liga porque ya la había tirado Mourinho tres meses antes. Pero en Champions ha batido el récord goleador en año natural, ha puesto su prodigiosa firma en 68 tantos y consumó una hazaña en Suecia que hizo vibrar al mundo entero, fuera o no portugués. Cristiano es la constancia. Todos los años está ahí arriba en la pelea. Diego sabe lo que dice...