Faus, Maradona, Rosell y Zubizarreta
Javier Faus, vicepresidente económico del Barça, dijo hace pocos días una cosa bastante lógica, a la pregunta de si se revisaría de nuevo el contrato de Messi. Dijo que no, que el contrato de ‘ese señor’ ya se había revisado hacía poco. Y es cierto, se le ha movido varias veces y no hace tanto de la última. Pero esa lógica del hombre de números choca con el mundillo de las ‘vedettes’ del fútbol, donde cada cual mira de reojo quién es el mejor pagado. Además, lo de ‘ese señor’, no nos engañemos, no ayudó. No es insulto ni menosprecio llamar ‘señor’ a alguien, pero el término denotaba algo así como hastío del asunto.
Messi sospecha que no es el mejor pagado del fútbol, mientras a su vez piensa que es el mejor. Sospecha o creer saber que Cristiano e Ibrahimovic ganan más que él, Ibrahimovic desde hace tiempo, Cristiano desde el último arreón. Pero también piensa que Neymar gana más que él, y eso es así según se miren las cuentas. Ahí están los 40 millones adelantados por Rosell a N&N, o sea, Neymar y Neymar, padre e hijo, para asegurar el traspaso. Messi considera ese dinero un ingreso de Neymar, que a los nueve de su salario estaría añadiendo ocho, prorrateando los cinco años de contrato. O sea, diecisiete.
Rosell tuvo que salir a apagar el fuego, asegurando que mientras él esté, Messi no se iría del Barça. No habría por qué temer, ya que su cláusula es de 250 y sería raro que alguien volcara esa cantidad sobre la mesa, aunque con tanto jeque y petrorruso por ahí suelto quién sabe. Pero tenerle descontento o enfadado tampoco es cuestión. Ahora volará Zubizarreta para allá, a darle mimo. En el fútbol, lo que no se hace bien a tiempo se acaba tratando de corregir con mimo hasta que se descubre que sólo se resuelve con dinero. Messi se va curando el músculo, pero ahora habrá que curarle lo otro. La cartera.