Seis jugadores del Madrid salieron ayer, con las camisetas de sus selecciones, a comentar el Mundial. Estos alardes del florentinato sí me gustan, me parecen futboleros. Hablan de la universalidad del fútbol, de la del Madrid y de la facilidad con que compañerismo se convierte en rivalidad, que nunca es enemistad. Igual que los del Madrid y el Barça chocan aquí pero luego se apoyan en la Selección, estos madridistas tendrán quizá que cruzarse como rivales ocasionales en el Mundial. Ya ha pasado. Fue España quien eliminó en la última Eurocopa a la Portugal de Cristiano, sin ir más lejos.

Buen cartel el que salió y eso que faltó Khedira, alemán, mucho ojo si se habla de mundiales. Alguien me preguntó por qué no salía Ancelotti. Ancelotti es italiano, sí, e Italia es otra potencia, pero Ancelotti no estará en el Mundial sino si acaso como asistente curioso y distendido. No forma parte de la ‘azzurra’. No, mejor los jugadores, y lástima que en el ramillete faltara Bale. Pero a Bale se le verá poco por mundiales. Gales sólo fue a uno, el del 58, en los tiempos del gran John Charles, y eso por un afortunado rebote que le llevó a disputar repesca con Israel. En Gales son pocos y les tira más el rugby.

Muy probablemente, alguno de ellos (incluyamos a Khedira, que, adelanta plazos en su recuperación) ganará la Copa del Mundo. ¿Cuál será? Marcelo juega la baza fuerte de casa, y con Neymar; Di María irá en el equipo de Messi, nada menos; Casillas juega en la campeona, un respeto; Cristiano es por sí mismo un candidato, porque todo equipo que lo tenga puede ganar cualquier cosa; Khedira es Alemania y eso basta; a Benzema lo empuja la leyenda tricolor; Modric representa el papel del ‘outsider’, siempre romántico. Sí, salvo que Italia (¿o Chile?) reviente el Mundial, debe ser para uno de estos.