Problema Di María

El lenguaje corporal de Di María anuncia un problema a corto plazo para el Madrid. El argentino, que normalmente hace del esfuerzo físico su bandera, deambuló por el campo sin fútbol y lo que es peor, sin ganas. Si su objetivo era dejar claro que está incómodo en el club y que se quiere marchar, evidentemente lo logró. A pesar de los esfuerzos de su entrenador por impedir el problema, parece evidente que la posición del Fideo en el club se ha debilitado.  El argentino es un buen jugador, pero sensiblemente inferior a Bale. Cuando decidió quedarse ya sabía que su titularidad iba a ser complicada y la cosa no ha variado.

Da la sensación de que se cansó de luchar y que la pasta del Mónaco le ha mareado. Si está dispuesto a pelear por un sitio con buena cara y mejor actitud, que se quede porque la temporada es larga y tendrá minutos. Pero si piensa seguir apático y de mala gana, que se vaya y que pase el siguiente.