Lo que la Copa necesita es la Champions

Este fin de semana no hay Liga, hay Copa. Honores de fin de semana no son frecuentes para la Copa, que suele vivir más bien embocadillada entre jornadas de Liga, siempre y cuando las competiciones europeas lo permitan. No fue siempre así, claro. Hubo Copa antes que Liga, y entonces era importantísima, porque era lo único. Luego, durante años, se jugó una vez acabada la Liga, con protagonismo propio. Pero eso hacía que el fin de temporada fuese desigual, según a qué altura cayesen los equipos, así que acabó intercalándose en miércoles sueltos. Y eso no le ha venido nada bien.

Fin de semana, pues. Se trata de poner de relieve una competición que tiene ese punto propio de lo irremediable, y ahí saca ventaja sobre la Liga, en la que parece que todo es aplazable. Pero el premio de la Liga es mucho mayor, porque acarrea el ir a la Champions. Y no sólo eso: en España, ser segundo, tercero o cuarto también tiene ese premio (en este último caso, sí, con eliminatoria previa) mientras que el campeón de Copa va a la Europa League, como el quinto y el sexto de la Liga. Con ellos se le equipara. Visto eso, no es extraño que los clubes se vuelquen en la Liga y desestimen la Copa.

En el largo encuentro que sostuvimos con Platini, le vi partidario de que el campeón de Copa fuera a la Champions. Lo mismo ocurre con Villar. Pero en eso están solos. Muchos países aprecian poco la Copa, alguno ni la tiene, y lo seguro es que la mayoría aprecian más la Liga. A nuestra Copa le ha ayudado estos años el ansia del Madrid y el Barça por discutírselo todo. Algo es algo. Ahora viene el vaso de agua de un fin de semana. Y sería bueno volver al partido único, al menos en las primeras eliminatorias, aunque dudo que las televisiones quisieran. Pero el gran remedio sería la Champions.