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Una vez visto, todavía se explica menos

Una vez visto el partido, todavía se explica menos. Lo único que podemos sacar en limpio es que lo de Xabi Alonso no parece grave y que unos cuantos jugadores se anotan un partido más en el palmarés. Y ganado, por cierto, aunque todo terminó con la pelota rebotando peligrosamente por nuestra área chica hasta acabar en manos de Reina. Pero el partido en sí fue una desdicha, con una España disfrazada de Bélgica que se emboscó en una actitud perezosa y no fue mejor que Guinea, animoso grupo de chicos fuertes bien organizado por Goiko. Danilo estuvo fallón en los dos goles. Si no es por él...

Este viaje, reprochable por otros conceptos sobre los que no insistiré (bastante lo hacen ya por ahí fuera), lo ha sido también por su inutilidad futbolística. Como dice el dicho: "Si hay que ir se va, pero ir p'a ná...". Que haya fechas FIFA no supone que haya que cubrirlas por fuerza, y menos con tantas contraindicaciones como tenía este viaje. La falta de credibilidad del asunto se transmitió a los propios jugadores, que salvo la excepción de los laterales, Juanfran y Alberto Moreno, gandulearon bastante. Esto da argumento a los clubes cuando se quejan de que la Federación explota a sus jugadores.

Bueno, corramos un tupido velo. Anoche mismo el equipo salió para Sudáfrica. Aquello tiene un sentido, rememorar el mejor momento que vivió jamás nuestro fútbol, casi podría decir que nuestro deporte, a riesgo de pecar de futbolero excluyente. Esto no lo ha tenido, salvo hacer algún favor a alguien o a 'alguienes', que ya se acabará sabiendo. A cambio, hemos quedado mal ante eso que solemos llama 'comunidad internacional' y hemos recaído en el vicio de utilizar los amistosos para gandulear. En fin, como diría Maldini, a cuyo homenaje dedicamos la portada, este partido ha sido una 'bacalá'.