Messi deja solos a Cristiano y Ribéry
Messi ha petado para un par de meses. Se marchó, rengo, el domingo, ante el Betis y ahora se sabe que no volverá hasta el año que viene, expresión equívoca, pero no tanto. Va a faltar dos meses, que es mucho en este fútbol tan apretado. Recuerdo ahora cuando Pellegrini, al final de su temporada en el Madrid (primera y única, porque Florentino se puso nervioso y le sustituyó por Mourinho) se lamentaba de que Cristiano le hubiera faltado dos meses. Y se preguntaba cómo hubieran salido las cosas en caso contrario, en caso de que hubiera faltado dos meses Messi, en lugar de Cristiano.
Bueno, pues ahora lo vamos a ver. Messi hizo más de 120.000 kilómetros este verano, tres vueltas largas al mundo, entre festejos propios y festejos de su club. Los jugadores de fútbol ganan mucho dinero, pero se sienten esclavos de la obligación de ganar más. Les pasa a casi todos. Raro es el que aprovecha sus vacaciones para tirarse en una playa, con la novia o la familia. Más raro es aún el club que hace una pretemporada orientada al buen rendimiento deportivo posterior. De clubes y jugadores se ha apoderado una obsesión paroxística por ganar dinero, sin saber por qué ni para qué.
Así que Messi está ahora hecho una lástima. Seguro que ganó mucho dinero por su cuenta, en esas vacaciones que no tuvo. El Barça habrá recaudado también un dinerillo curioso en esa pretemporada sacrílega con tantos actos, algún partido de 'costellada' y casi ningún entrenamiento serio. La consecuencia es que ahora Messi no se tiene en pie y que sólo su tozudez le ha mantenido hasta Sevilla en el equipo, para descrédito de Martino. Ahora parará dos meses. Cristiano queda mano a mano con Ribéry para el Balón de Oro. Estemos atentos a las repescas de Portugal y Francia para el Mundial...