Nadal inicia el sprint final

Nadal nunca ganó el Masters de París; tampoco el torneo de Maestros que cierra la temporada. Pero esta vez tiene ambas competiciones en mente. Las circunstancias obligan: Djokovic le amenaza el número uno de la clasificación mundial recuperado dos años después. Para Nadal estos dos torneos le suponen un esfuerzo extraordinario. Llega sobrecargado de partidos. Es verdad que como otros grandes jugadores. En el caso concreto de Djokovic son 71 partidos por 73 de Nadal. Pero Nadal tiene un juego muy físico que le resta frescura después de nueve meses de competición. Federer, por ejemplo, en sus mejores tiempos era capaz de dominar el año de principio a fin gracias a su impecable e implacable tenis.

Es más. Convendría no dar por acabado a Federer. Ha llevado una temporada muy tranquilita y lo mismo acaba 2013 pletórico. Ayer mismo ganó con cierta facilidad a Anderson (21 del mundo) y aseguró su participación en el torneo de Maestros. Ya hubieran querido Nadal, Ferrer y Djokovic vencer en 82 minutos y sin sobresaltos a Granollers (39), Rosol (44) y Herbert (189), respectivamente, pese a que eran rivales teóricamente más asequibles. Nadal nunca había tenido anteriormente problemas para eliminar a Granollers, y no es que ayer los tuviera, pero jamás le había derrotado por un marcador tan ajustado. Iniciar un sprint a estas alturas de la temporada siempre es complicado. Esto no va a ser ningún paseo. Para nadie.