Entre Undiano y Muñiz Fernández...
Penalti, penalti, penalti... ¿Qué es penalti? Penalti es, desde luego, lo que le hizo Mascherano a Cristiano, derribarle por la espalda en el área, cuando estaba recibiendo un balón en posición peligrosa. Eso es penalti inequívoco, indisimulable, y si le pilla al árbitro, como fue el caso, en línea de vista y no lo pita es que ‘se ha tragado el pito’, como se dice en el viejo argot fubolístico. Nada que ver con esas otras dos jugadas del partido que han salido a relucir: la mano de Adriano en el área, tras un rebote, y la patadita de Pepe a Cesc cuando éste soltó el balón. Patada televisiva y sin trascendencia.
Penalti, lo que se dice penalti, jugada de gol y de área, indisimulable, con el árbitro a la vista, sin nadie en veinte metros cuadrados y con valor de gol, sólo hubo una. Lo demás son líos. Por eso Cristiano se atrevió a llamarle ‘cagón’ a Undiano, por eso el Comité de Árbitros, que anda como anda, después de manejar la posibilidad de pedir sanción a Cristiano por tan brusca imputación se evade hacia Sergo Ramos, cuyo menos concreto “hay cosas contra las que no se puede luchar” le parece más atacable. Al fin y al cabo, si Cristiano llamó ‘cagón’ a Undiano y éste no le echó, ¿cómo sancionar a uno y salvar al otro??
No, no se puede, como se ha pretendido, pedir sanción para Cristiano. Por dos motivos: el primero, porque hubo penalti; el segundo, porque efectivamente Undiano Mallenco fue un cagón, y no sólo al no pitarlo, sino también al soportar la pertinente impertinencia del crack portugués. Y algo más: en la misma jornada, Muñiz Fernández reapareció tras una nevera bien ganada por su extravagante penalti en el Elche-Madrid y lo celebró pitando un penalti fuera del área en el Levante- Espanyol. ¿De qué autoridad moral se puede revestir el Comité de Árbitros, visto lo que una y otra vez vemos?