Hamilton ya no es malo malísimo

Parece que fue ayer, de tanto como llamaron la atención los enfrentamientos entre Alonso y Hamilton. Y más, al estar ambos en el mismo equipo. Era 2007. McLaren había fichado al campeón, Alonso, al tiempo que hacía debutar a Hamilton. La tremenda rivalidad que surgió entre ambos no es fácil de olvidar. Se hicieron toda clase de perrerías. Alonso salió perdiendo, porque McLaren estuvo al lado de Hamilton. Para eso era de la casa. Al final Hamilton quedó segundo, Alonso tercero, la casa sin barrer y título para Raikkonen. Desde entonces Hamilton quedó como el malo malísimo, y Alonso, como víctima. Por eso salió corriendo de McLaren y volvió a Renault. Al año siguiente, Hamilton era campeón; Alonso, quinto.

Ahora corren malos tiempos para los dos. Alonso no logra proclamarse campeón con Ferrari; para Hamilton es aún peor. Este es su peor año -sólo una victoria-, y el cuarto consecutivo en el que no está siendo rival para Alonso, por mucho que diga que aún persigue el segundo puesto. Quizá por ello, en la entrevista a Manuel Franco, elogia a Alonso. "Con él, Red Bull ganaría aún más fácil", dice. Reconoce, por una parte, la importancia del coche -capaz de ganar incluso con Vettel, viene a decir- y la del piloto -Alonso sacaría mejor rendimiento al Red Bull, se desprende también-. Así que el malo malísimo ha dejado de serlo. En la pista y en sus declaraciones. Una pena. Con lo animada que estaba la cosa por entonces.