Villar, los árbitros y el Mundial de Brasil
Villar deja la presidencia de los árbitros de la FIFA, aunque va a mantener la de la UEFA. La explicación oficial es la de falta de tiempo para compaginar tantas actividades, pero Villar trabaja de una forma muy ‘sui géneris’ (todo el fútbol es ‘sui géneris’, dicho sea de paso) y no le iba a faltar más tiempo ahora que antes. La explicación real se parece más bien a la que usted ya está imaginando: el próximo Mundial es en Brasil. Presuntamente, el peor rival de Brasil es España. Que un español dirija el arbitraje mundial en esa tesitura es inimaginable. Y menos uno que aspira, como Villar, a presidir la FIFA.
Ir a Brasil a ganar el Mundial va a ser como asaltar el castillo del dragón para rescatar a la doncella, pero peor. Ya lo vimos en la Confecup, cuando Kuipers dejó que Brasil le sacudiera a Iniesta de lo lindo, mientras repartía tarjetas a la menor cosa entre los españoles. Luego, ya con el 3-0, tuvo el cinismo de darnos un penalti. Así que después de ese experimento (¿no es la Confecup como un ensayo a un año vista del Mundial que está por llegar?) Villar ha preferido hacer mutis por el foro. Ya ven cómo están allí con lo de Diego Costa. Imagínense lo que será la designación de los árbitros de Brasil.
Pero Villar sí mantiene ese mismo puesto en la UEFA. A ver si es verdad que con más tiempo puede atender mejor esto, porque hoy mismo va a ocurrir algo impresentable. Si nadie lo remedia, el mismísimo Brych que dio el sábado al Bayer Leverkusen un gol por fuera de la red va a pitar esta noche el Milán-Barcelona. ¿No hay reflejos para sustituirle? ¿No merece un error así una nevera más o menos discreta, una expiación? Hace tiempo que descubrí que en ese mundo del gran arbitraje se busca más la lealtad al generalato que la línea impecable en el arbitraje, pero convendría guardar ciertas formas...