En la agria polémica entre Márquez, Pedrosa y Lorenzo tras lo ocurrido en MotorLand he evitado recurrir a comparaciones con Simoncelli, creo que su memoria se merece mantenerle al margen de asuntos tan turbios. Y pienso seguir haciéndolo. Sin embargo, ahora ha sido su padre quien ha saltado a la arena con unas declaraciones que sólo pueden servir para echar gasolina al fuego. Comparto con él que en las carreras no se pone el intermitente, pero no estoy en absoluto de acuerdo con que valga todo para ganar.

Creo que es una cuestión de mesura, de equilibrio entre lo admisible y lo que no lo es. Quién pone los límites, quién arbitra lo que ocurre en pista y con qué criterio sería otra cuestión, pero lo que no me parece válido es cualquier exceso, sin más... Por eso durante estas semanas he defendido a Márquez, porque creo que ha estado valiente y decidido, pero sin sobrepasar lo razonable en una competición de máximo nivel. Decir que hay que pararle los pies antes de que vaya a más no es lo adecuado, puesto que presupone que ese escenario se va a producir, cuando nadie puede asegurarlo. Sólo si realmente ocurriera, entonces sí sería el momento de aclararle, a él y a cualquiera, que no todo vale...