A muchos extrañó que Del Bosque tirara de Víctor Valdés para el partido contra Bielorrusia. Puedo decir que a mí también, pensé que jugaría una vez más Casillas. Pero la explicación de Del Bosque al final del partido fue demoledoramente sencilla: sólo había jugado un partido en el último mes. Es un portero extraordinario, único, sí, pero, ¿hasta dónde puede resistir la inactividad, o la actividad tan restringida? Del Bosque ha tenido gestos de solidaridad con él muy de agradecer, le ha sostenido en la Selección (le llevó a la Confecup) por si en el Madrid... Pero en el Madrid sigue sin jugar, así que...

Víctor Valdés, por otra parte, es un portero sensacional. Y un compañero estupendo, por cierto. En pleno ostracismo de Casillas declaró que le había visto hacer paradas imposibles, le elogió con un entusiasmo sin reserva. Ha habido quien ha reclamado el puesto para él, pero él nunca se ha movido en ese sentido, nunca se apeó de ese reconocimiento a Casillas. Las cosas han venido como han venido. A Casillas le ha respaldado un movimiento de solidaridad general, en el entendimiento de que lo suyo fue un atropello. Pero se va alzando una lógica: Víctor Valdés es buenísimo, está a tope... y él apenas juega.

Lo siento por Casillas y lo siento por el Madrid, que pierde el capitán de la Selección. La Roja ha sido estos años un producto muy barcelonista, desde el estilo al número de jugadores. Al Madrid le ha salvado la presencia en el equipo de unos pocos y, sobre todo, la presencia de Casillas en todo lo alto, levantando las tres grandes copas que este equipo ha ganado. Esas fotos meten mucho al Madrid en ese éxito. Fotos merecidas, además, porque él hizo mucho por las tres copas. Pero ahora el capitán es Xavi, como lo hubiera sido Puyol antes de haber faltado Casillas. Otra cosa que pierde el Madrid.