Bale y su espalda: el tiempo nos lo dirá

MARCA publicó ayer que Bale tiene una hernia discal por la que deberá pasar por el quirófano y el Madrid se apresuró a emitir un comunicado de desmentido en el que, no obstante, admitía la existencia de una protrusión crónica. Algo, para entendernos, con riesgo de evolución a hernia. No sé, no sé... Hace algunos meses el club armó un revuelo para desmentir una portada del mismo colega, aquella de Sergio Ramos, Casillas y Mourinho, la de ‘o él o nosotros’. Pasado el tiempo, ellos están y él no. Verdad o no, era verosímil, y el tiempo no ha jugado a favor del desmentido, sino de la noticia.

Entonces me remití al tiempo, ahora hago igual. El florentinato es tan económico con la verdad que ‘never, never, never’ pondré la mano en el fuego por sus aseveraciones. Y lo de Bale es verosímil, porque lesionado vino Woodgate y lesionado vino Kaká. Entre otros. Hablo de estos dos porque costaron mucho y porque tras ellos había ese tipo de estrategia ‘marketiniana’ que tan extraviado tiene al pobre Florentino, que confunde los medios con los fines. Porque el dinero es bueno para tener jugadores, pero no se trata de tener jugadores para buscar dinero en marketing. Eso no resulta, ya está visto.

Bale fue anuncio a toda fachada en Times Square, y entre eso y el pinchazo de Neymar (¿tienen algo que ver el uno con el otro?) ya resultó un objetivo a fichar a cualquier precio. A cuanto más precio, mejor, más fama, más ruido, más marketing. Así que sería verosímil que como con Woodgate (que unido a Beckham y Owen podía dar un empujón a cierta estrategia con BP que no salió) y Kaká, se hubieran minimizado otra vez los riesgos. El tiempo nos lo dirá. Lo que sí nos ha dicho el tiempo ya es que esta estrategia de ‘todo por el marketing’ no resulta. Ni en el fútbol ni tampoco, sorpresa, en las cuentas.