Martino, el chino de los platos

Como  pienso que el fútbol es un circo, tiendo a las analogías. Desde el 25 de julio hasta hoy, he identificado a Gerardo Martino con el Chino de los Platos, ese personaje que sale a la pista y pone diversos platos a rodar sobre unos palillos. Empieza con tres, luego cuatro, cinco y al final tiene a una docena de ellos girando sobre su eje...siempre y cuando, llegue a tiempo de darles el impulso preciso para que no se caigan mientras corre de un lado a otro de la arena. La metáfora del chino (no me pregunten por qué es chino) es la de la persona que es capaz de atender más cosas de las que podría atender cualquiera. Por eso el público le ovaciona cuando tiene 15 platos en danza. Es uno de los nuestros.    

A Martino le ha caído una vajilla entera desde que aterrizó. Y contrariamente a lo que se suponía, los platos siguen girando. Llegó ése 25 de julio; le presentaron y se fue enseguida a Noruega; se comió una gira caótica; conoció a su equipo mientras buscaba el camino al Camp Nou; decidió no fichar a un central, vivió la anemia de Neymar, ganó la Supercopa, le afearon  el estilo, se lesionó Messi y ganó 8 partidos de Liga. Ahora, ya puede saludar..