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Romojaro

Paul Hembery es quien ha pinchado en esta ocasión

Madrid

A la vista del incontestable dominio de Vettel, que le dirige imparable hacia su cuarto título mundial, en mi opinión lo más destacable del GP de Corea es la brecha que se ha abierto entre Pirelli y una escudería del peso específico de Ferrari, por no mencionar a otros pilotos y equipos que tampoco se sienten demasiado cómodos con lo que el proveedor de neumáticos les está ofreciendo. Quien ha pinchado de verdad en Yeongam ha sido Paul Hembery, su director de competición, con esas declaraciones tan poco acertadas cuestionando el talento de Alonso frente a Vettel. Un técnico como él no soporta la presión de competir, así que esa excusa del calentón me sirve de poco, alguien en su posición debe medir muy bien sus palabra por lo mucho que representan, por la trascendencia que pueden tener en el futuro.

Si alguien tiene que taparse este año (además de Ferrari, todo sea dicho) es precisamente Pirelli. Tuvieron que cambiar sus compuestos porque los que habían diseñado no ofrecían garantías de seguridad, una modificación significativa que perjudicó a algunos equipos en beneficio de otros. Y ni siquiera con esa decisión han sido capaces de satisfacer a la mayoría, ahí están las palabras de Webber ayer mismo o el incidente de Sergio Pérez. Los neumáticos jamás deben tener tanto protagonismo e influencia en las competiciones, son un componente esencial pero sin necesidad de marcar el devenir de los acontecimientos. Y si este año Pirelli ha patinado, al menos deberían tener la humildad de respetar a los pilotos, a los equipos. A sus clientes, en definitiva...