Resignación frente a confianza

Resignación frente a confianza

Madrid

Alonso dice que esto es lo que hay y que así seguirá siendo. Vettel se muestra indiferente a que llueva o no en la carrera de Corea. Resignación frente a confianza. Es la situación en un Mundial de Fórmula 1 que tan a menudo da la sensación de estar ya finiquitado. Un abismo que se abre entre los dos primeros clasificados del campeonato, ésa es la tragedia y la decepción. Si Ferrari hubiera podido mantener la competitividad de comienzo del año hasta ahora, quizá las cosas serían bien diferentes porque su piloto está dándolo todo domingo tras domingo. Ni siquiera así el milagro es posible, en la otra esquina del ring se sienta un grandísimo rival con un grandísimo coche. Una combinación a la que sólo el destino puede noquear, porque no presenta debilidades, no sufre fisuras.

Así que al español no le queda otra que encomendarse a la fortuna. Que llueva y se repartan de nuevo las cartas de una partida que parece tener ya un ganador antes de sentarse a la mesa. La incertidumbre de competir en mojado parece la única esperanza para Alonso, que los coletazos de Fitow salgan en su ayuda. Así es como hay que derrotar ahora al líder y su rapidísimo (incluso también en rectas) Red Bull, a golpe de tifón. Es una posibilidad, claro, pero sin olvidar que cuando se empieza una nueva mano nadie tiene la certeza de que le vaya a resultar provechosa. Los riesgos del agua son siempre muchos, sobre todo cuando cae del modo que suele hacerlo en estas latitudes, así que los problemas que se esperan para los demás pueden convertirse en los propios.

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