Diego Simeone: el amor a unos colores
El Cholo, un chollo. Si hacemos una simple división matemática utilizando el sueldo de Simeone y los puntos logrados, veremos que al Atlético le sale el punto diez veces más barato que a Madrid y Barça. Me explico. Los rojiblancos, ni el resto de equipos europeos, salvo cuatro casos contados, están en disposición de pagar ocho o diez millones netos a un entrenador. Eso es un disparate. El Cholo renovó a principios de año y lo hizo por cuatro temporadas. En ese nuevo contrato cobra poco más de dos millones brutos por año. Esto es, un millón de euros neto. Diez o quince veces menos que Mou, Ancelotti o Guardiola. Lo mejor de todo es que el técnico está feliz en Madrid. No quiere oír hablar de ofertas de Italia. Para forrarse hay tiempo. Ahora quiere seguir ganando títulos con el Atlético. Si lo logra, los premios extras reflejados en ese compromiso de cuatro temporadas, le harían doblar sus ingresos. Ah, con su dinero, Diego Pablo paga a su jefe de prensa y al entrenador de porteros.
El Tata, barato. Seguimos con entrenadores y cachés. Martino percibe en el Barça casi cuatro veces menos que Guardiola hace dos temporadas. Y como en el caso de Simeone, está encantado. Porque también es consciente de que, pese a esa diferencia con su antecesor, está muy bien pagado.
Carlo, ciego y sordo. No es una leyenda urbana. Ancelotti no lee los diarios deportivos, ni escucha los programas de radio nocturnos, y a la hora de las tertulias televisivas de madrugada, lleva tiempo dormido. La persona que le pone al día de los debates que se generan durante la semana en los medios es José Ángel Sánchez, el director general. Comen juntos de forma habitual. El pasado lunes lo hicieron, y en contra de lo que se apuntó de forma generalizada, no estaba Florentino Pérez presente. Allí se enteró de que se estaban cuestionando la titularidad de Benzema a raíz de los pitos al francés en el Bernabéu. Por eso ayer en rueda de prensa quiso recalcar que Karim es titular indiscutible.
Relax Karanka. Desapareció de forma discreta, tras pactar su salida del Madrid. Aitor Karanka no renegará nunca de su pasado con Mou pero es consciente que le viene bien que se olviden de esos tres últimos años para volar ya en solitario. Por ahora no para de ver fútbol, en directo y grabado. Disfruta presenciando los partidos de su hijo y tiene claro que su oportunidad llegará. Al poco de causar baja en Valdebebas, tuvo una oferta para entrenar en Dubai. La rechazó.