Confiando en ese cero inesperado

Cuando parece que todos nos hemos rendido, que hemos bajado los brazos para asumir la superioridad del líder, me enfrento a una especie de enajenación mental transitoria que me lleva a pensar a que quizá el milagro aún es posible. No me pregunten las razones, sólo sé que tengo la sensación de que cuando el sueño se antoja ya irrealizable, un golpe de fortuna podría devolvernos al menos la ilusión. Un simple cero de Vettel creo que podría cambiar por completo el escenario, incluso asumiendo que su ventaja al frente del Mundial continuaría siendo significativa. Y ese supuesto tampoco es tan disparatado, en cualquier momento puede sobrevenir un incidente o una avería para el alemán, siendo entonces cuando Alonso debe estar al quite.

Ya digo que no tengo argumentos de peso y ni siquiera racionales para justificar lo que es sólo eso, un pálpito. Quizá sea que me pueden las ganas, que no me apetece asumir seis carreras más asistiendo al exultante dominio de un Red Bull, competiciones sin interés ni emoción, además de un campeonato finiquitado mucho antes de lo deseable. Tampoco debemos olvidar que en una temporada tan larga como ésta de Fórmula 1 no es descartable que los pilotos puedan sufrir más de un fiasco. Si la caja de cambios del coche del alemán se rompió en Silverstone, ¿por qué no puede volver a ocurrir algo parecido? Sí, lo sé, también puede aplicarse lo mismo para Alonso... sólo que éste es un supuesto que prefiero ni plantearme. Esperanzas de iluso...