Escaparate como en los años 80

Tomás Roncero
Nació en Villarrubia de los Ojos en 1965. Subdirector de AS, colaborador del Carrusel y El Larguero y tertuliano de El Chiringuito. Cubrió los Juegos de Barcelona 92 y Atlanta 96, y los Mundiales de Italia 90, EE UU 94 y Francia 98. Autor de cuatro libros: Quinta del Buitre, El Gran Partido, Hala Madrid y Eso no estaba en mi libro del Real Madrid.
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El 2 de septiembre de 1982, con la depresión del fracaso del Mundial de España aún clavado en nuestros adolescentes corazones, me acerqué con mi amigo Morete al Bernabéu para presenciar la final de la IV edición del Trofeo Bernabéu (de juveniles). El equipo de los mayores había fracasado en semifinales ante el Standard de Lieja y los aficionados nos refugiábamos en los chavales para intentar llevarnos una alegría. Apenas 5.000 estábamos en unas gradas vacías, que aún lloraban nuestro fiasco mundialista en este mismo escenario ante Inglaterra y Alemania.

Los belgas eran los rivales de nuestros canteranos. El once inicial estaba formado por Alía; Costa, Blanco, Marín, Solana; Priego, Sanchís, Martín; García Juárez, Butragueño y Pardeza. Fue un partido divertido, de ida y vuelta, con mucho talento chorreando en cada control y desmarque. Butragueño, que era un rubio pecoso más vivo y más listo que los ratones coloraos, dio el primer gol a García Juárez y puso su firma al segundo con una jugada individual made in Buitre. Amago, parada en seco, recorte y gol. Sanchís y Pardeza ya apuntaban. Después, el Trofeo Bernabéu dejó de ser cuadrangular y se quitaron los partidos de los chavales. Una pena. Ese escaparate se recupera desde hoy. Todos a Valdebebas...

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